COVID STARTER PACK
Tras la pandemia del Covid-19 es evidente que nuestros hábitos cambiaron hacia esa «nueva normalidad» de la que tanto se hablaba en los medios.
Antes del confinamiento nuestros imprescindibles eran igual unos cascos, unas gafas de sol o una batería inalámbrica para el móvil. Sin embargo, durante la cuarentena, productos a los que anteriormente no se les había dado tanta importancia ascendieron en el ranking de imprescindibles hasta provocar su agotamiento en los supermercados.
Así surge la idea de estos bodegones, que representan aquellos productos que toda persona que se precie tuvo que adquirir a raíz de esta situación
Las estrellas de este confinamiento fueron:
- El papel higiénico. Sin duda tener varios paquetes de papel higiénico durante las primeras semanas supuso tener una gran fortuna.
- El gel hidroalcohólico. Algo que se vendía a precio de oro en las farmacias y que resultó ser menos efectivo que el jabón de toda la vida, a parte de más caro.
- Los guantes. Al igual que el gel y el papel en menos de dos días desaparecieron de todos los supermercados y si querías comprarlos en las farmacias ya podías ir preparando un buen pico.
4. La lejía. Que junto al jabón hacían el combo perfecto desinfectante.
5. El potingue. Así he decidido llamar a esa mezcla de lejía y agua que, por lo menos en mi familia, usamos para desinfectar toda la compra.
6. La harina. He querido dejarla para el final porque no fue hasta la tercera o cuarta semana que empezó a agotarse y es que cuando los retos con el papel higiénico dejaron de hacer gracia, empezamos a hacer bollos a diestro y siniestro.
